Se trata de un tornillo que se ajusta a la norma alemana DIN 7991, una de las más reconocidas dentro del mundo de la fijación. Dicha norma DIN 7991 se ha sustituido con la norma ISO 10642. Estos tornillos pueden incorporar distintas huellas y una rosca total o parcial. Se aprietan con destornilladores planos en orificios con rosca interior.
Ofrecen la ventaja de poder embutirse por completo en una superficie sin atravesarla.
Estos tornillos presentan la particularidad de ser muy resistentes, pero también muy eficaces en términos de fijación en elementos fáciles de penetrar.
El tornillo de cabeza avellanada es el más utilizado.